miércoles, 14 de diciembre de 2011

Quizás el próximo verano, la primavera es para los cerezos.

Me resigno a no entender, ya que el entender es cosa imposible, y me quedo con lo quedó y nunca quiso quedarse.
Lo bueno fue un pseudomomento y lo malo es el presente y futuro.
Y si algo queda aparte de un par de futbolines, cañas y tardes, es la moraleja: 
"De lo bueno, cien veces mejor los sueños que el recuerdo".


Lo beodo y el volar no sirvieron para levantarme de madrugada, solo para tropezar de nuevo y no levantar la mirada que pedía a gritos volver a ver(te), y mendigar(te) por un beso.